Las ampollas pueden convertirse en grandes enemigas e incluso pueden arruinarte el día por completo. A continuación, te damos unos consejos para tratarlas, eliminarlas y, sobre todo, para prevenirlas.
Tratar las ampollas: cuidados del pie
Realmente, debes saber que una ampolla es una acumulación de líquido que se produce ante un roce repetitivo con tejidos o con el calzado. En cierto modo, es un mecanismo de defensa del organismo para evitar dañar los tejidos más profundos de la piel.
Un clásico método para eliminarlas es el siguiente:
1. Lava la zona afectada con agua tibia en abundancia.
2. Procura secar bien con unas gasas limpias y estériles. Puedes aplicar un poco de povidona yodada o clorhexidina. Tapa la zona con otra gasa limpia y cúbrela con esparadrapo.
3. Si la ampolla es de gran tamaño, tendrá que drenarse. En estos casos, habrá que abrir la lesión, sin quitar la piel, y drenarla. Posteriormente, se tendrá que desinfectar cuidadosamente. Recomendamos que en estos casos consultes con un podólogo. Sabemos que muchas personas tienden a aplicarse remedios caseros que pueden ser, a la larga, muy peligrosos para el organismo, exponiéndose a graves infecciones. Y es que, ¡nunca hay que subestimar a una ampolla!
Prevenir las ampollas: acude a tu clínica podológica
¿Alguna vez has ido a una consulta de podología? Muchas veces, nuestra misma anatomía (la posición de unos dedos con respecto a los otros) pueden estar provocando las lesiones. Los podólogos pueden indicarte qué hacer en estos casos y cómo actuar, con recomendaciones adaptadas.
Es crucial mantener la piel de los pies siempre hidratada para evitar que se rompa fácilmente. Asimismo, recomendamos llevar un calzado correcto, que no apriete en exceso, y siempre utilizar calcetines para evitar las lesiones.
En resumen, es importante llevar a cabo los cuidados del pie para evitar las ampollas. Y, en caso de querer eliminarlas, se debe hacer con precaución.